Salvaje sur es una revista federal de cuentos pulp ilustrados dedicada al western, la gauchesca, el noir, y a otros géneros populares. Intenta recrear aquellas ediciones de pulpa de papel que se publicaron en Estados Unidos entre fines del siglo XIX y principios del siglo XX, cuidando tanto la estética y la composición gráfica, así como la impresión y la elección de los materiales. Se apunta a lectores exigentes que disfrutan de propuestas integrales, acercando la revista a los círculos bibliófilos y a los coleccionistas de revistas objeto”. Luego de leer esa breve reseña en el catálogo de presentación de la revista, se podría recurrir a algunos adjetivos, tan propios del universo pulp, para explicar algunas cuestiones más sobre este notable proyecto nacido en la Patagonia y que ya lleva cuatro años de existencia.

Si se opta por el adjetivo asombroso (en referencia a la legendaria Amazing Stories), se podría explicar la realidad en que se inscribe Salvaje sur: ya no quedan en el mercado argentino revistas concebidas exclusivamente para difundir la creación, para alentar la imaginación, y para despuntar el vicio de la ficción escrituraria. Y mucho menos quedan revistas donde la literatura y el dibujo se pongan a dialogar y discutir en las mismas páginas. No hay más; y eso que en Argentina se hizo escuela en la materia. Por lo tanto, la aparición de Salvaje sur, desde su primer número en febrero de 2021 hasta el décimo que acaba de aparecer, causa asombro. Y más asombro genera, si a todo eso se le agrega que la revista no está vinculada al mundo virtual. No, Salvaje sur no se lee en pantallas, se lee en papel, en un tamaño de 15 x 21 centímetros, y un total de 48 páginas abrazadas por el ganchito, ese noble distintivo de todas las publicaciones populares y, comercialmente, ese estandarte diferenciador: porque las publicaciones con ganchito no entran a librerías. Y Salvaje sur tampoco.

Portada del primer número de Salvaje sur, de 2021

Claro que su lugar natural (como de todas las viejas revistas que rememora) debería ser en los kioscos, pero (otra triste realidad) los kioscos y sus sistemas de distribución no se han adaptado a los nuevos tiempos y siguen respondiendo a las viejas lógicas de una comercialización de otra índole y con ediciones de un tiraje ya inexistentes. Esta revista sólo se consigue gracias al boca a boca, por recomendación de lector a lector, ya un valor digno de una publicación pulp. Otro dato: cada revista tienen una tirada de 300 ejemplares que al agotarse (y se agotan durante la preventa) se vuelven a imprimir en tandas similares. En el caso de los primeros números se han llegado a re-imprimir unas cinco y hasta seis veces. La suma de esas reimpresiones da un nivel de ventas para el panorama comercial actual evidentemente asombroso.

Si, en cambio, se decide recurrir el adjetivo extraño (en un guiño a la recordada Uncanny Stories) se buscaría hablar de la revista en relación al espíritu que anima este proyecto: su origen y su razón, su por qué y su formulación. Según el narrador y diseñador Matías Castro Sahilices, artífice de la revista: “El impulso inicial se debió a las ganas de leer propuestas editoriales que aborden el western y la gauchesca desde la literatura popular, más que en pensar en un proyecto editorial. Desde el primer momento la idea fue recuperar el formato de las publicaciones pulp rescatando las tipografías y la estética para generar de esa manera un universo propio y, a la vez, una conexión con la memoria emotiva de una época y un modo de pensar la literatura”.

Ese modo de leer y escribir, lo explicita Castro Sahilices al agregar: “Proponemos una vuelta a la épica y a la aventura en la literatura gauchesca, porque la mayor parte de las producciones actuales sobre la gauchesca vienen formuladas desde el marco académico. Y cuando no son cuestiones ligadas a lo político, esas propuestas son más burlescas que paródicas, son cruces en clave cómico-docta con la ciencia ficción o el weird anglosajón, todas fórmulas que no interesan en absoluto al amante del género pulp. Lo que hacemos es publicar historias donde la lucha es la del hombre contra el hombre, contra sí mismo y, sobre todo, contra la naturaleza”.

La literatura que produce y reproduce Salvaje sur es una literatura de género un tanto extraña. Sus ficciones siempre están ancladas de alguna manera en este presente: desde gauchos enloquecidos, sufridos y con sed de venganza, a personajes marginales, delincuentes en estado de fuga, que padecen las variables del paisaje patagónico. “El contenido de la revista no obedece estrictamente al relato pulp, acá hay autores que proponen variantes que se escapan de cada género, e incluso postulan propuestas teórico-estéticas que trasgreden las producciones de literatura popular clásica. Por lo tanto, lo que hacemos vendría a ser un falso pulp o, si se quiere, un neo-pulp”.

Una página del interior del número 4, dedicado al western

El otro aspecto extraño de este fenómeno es que en tiempos donde la exposición es lo único que parece importar, muchos autores (y algunos con obras ya valoradas dentro del circuito editorial) apelan al uso del seudónimo para ensayar líneas y tonos, dándole así a sus ficciones una libertad que siempre se compensa con el riesgo asumido. En Salvaje sur hay literatura en estado de riesgo, de juego, de diversión, y de innovación. Junto a esos autores ocultos bajo seudónimos hay otros narradores, en general escritores del interior patagónico que están en plena formación. El resultado es un cóctel de historias sorprendentes. “De Santa Rosa a Ushuaia hay 2600 kilómetros y seis provincias que confirman la región patagónica, y uno de los pilares del proyecto fue tratar de que se lea a los autores de esta región en todo el país. Creo que lo conseguimos. Al mismo tiempo se van sumando autores de las otras provincias, generando así una especie de red de narradores de géneros populares en todo el país”.

Y, por último, si se elige recurrir al adjetivo fantástico (en alusión a la recodada Famous Fantastic Misteries), se estaría buscando la manera de calificar el hecho de que cuando se busca en la web la historia de las revistas pulp, Salvaje sur es mencionada como un fenómeno surgido desde San Martín de los Andes donde se destaca su despliegue en detalles gráficos que va desde la composición tipográfica y las ilustraciones, al diseño de las publicidades y servicios como pequeños universos metaliterarios que acompañan al lector en el pacto ficcional.

Como dijo alguna vez el prolífico Lester Dent sobre sus ficciones en Doc Savage: “El secreto de toda historia pulp es sumar adjetivos que potencien el misterio”.

Portada del flamante numero 10 de Salvaje sur

Salvaje sur se puede encargar en instagram.com/revistasalvajesur.