En su show de entrevistas en YouTube, Ronnie Wood (violero de The Rolling Stones) tuvo un mano a mano con Paul McCartney donde el ex The Beatles le reveló su canción favorita: “God Only Knows”, que tiene como autor a Brian Wilson. “Brian Wilson demostró ser un compositor increíble. A mí me gustaban los acordes, las armonías y esas cosas, y acabamos teniendo una especie de rivalidad”, confesó. “Sacábamos una canción, y Brian la escuchaba, y luego él hacía otra. Siempre intentamos superarnos mutuamente”. De ese tema podría escribirse un libro; del disco que lo contiene, Pet Sounds, vale la pena hacer una enciclopedia; de la banda que la grabó, Beach Boys, ya existen biografías y películas, y a su creador sólo se le puede agradecer por todo su legado. En especial este miércoles, tras la noticia de su muerte.

“Nos duele anunciar el fallecimiento de nuestro querido padre”, manifestaron, comunicado mediante, las hijas de Wilson, quien falleció a los 82 años. “Nos faltan las palabras. Les rogamos que respeten nuestra privacidad en estos momentos de duelo. Compartimos nuestro dolor con el mundo. Con cariño y misericordia”. Si bien no se reveló la causa oficial de su fallecimiento, a principios de 2024 se conoció que el artista estadunidense, pionero del estudio como instrumento y una de las figuras más influyentes de la cultura pop, padecía un trastorno neurocognitivo similar a la demencia. Sin embargo, desde mediados de los años 60 su brillantez y don visionario se vieron opacados por el creciente deterioro de su salud mental. Lo que desató crisis nerviosas que lo apartaron de la música.

Wilson nació en Inglewood, al sur de California, en 1942. Desde pequeño se supo que tenía oído absoluto, al punto que de bebé podía repetir a la perfección las frases que le cantaban. Aprendió a tocar el piano mientras él y sus hermanos menores, Carl y Dennis, se enamoraban del R&B, el rock and roll, el doo-wop y el pop. A pesar de quedar parcialmente sordo de un oído (a causa de una pelea que tuvo con otro chico del barrio), él y Carl se unieron a su primo Mike Love para formar en el colegio el grupo Carl and the Passions, y posteriormente incorporaron a Dennis y a su amigo Al Jardine para fundar los Pendletones. Contaron además con el aliento del padre de Wilson, Murry, compositor de poco éxito con quien éste tuvo una relación compleja, en la que se llegó al maltrato físico.

A los 16 años, sus padres le regalaron una grabadora de dos pistas: lo más cercano a su primer estudio, donde el sonido podía ser alterado, mezclado y trasformado a gusto. Wilson jugaba por instinto, sin sospechar que imitaba la técnica del overdubbing (permite superponer múltiples grabaciones sobre una ya existente). En 1961, los Pendletones grabaron el tema “Surfin”, que se tornó en un éxito local. No obstante, al año siguiente su disquera, Capitol Records, les sugirió que cambiaran el nombre de la banda a The Beach Boys, a razón de su propuesta, cuya estética musical y letras estaban inspiradas en el surf. Devenido en la principal fuerza creativa de los Beach Boys, el artista creó un sonido entre despreocupado y melancólico que definió la utopía de la California de mediados del siglo XX.

“Surfin’ USA” fue el single que los catapultó hacia la popularidad, en 1963, y se transformó en el título de su tercer álbum. En aquel momento, la disquera les exigía a sus artistas que trabajaran con un productor, rol que asumió Wilson. El éxito fue tal que The Beach Boys expandió su estilo más allá de la música surf (escena que vivió su auge entre 1958 y 1964). Luego del despido de su padre, que había tomado las riendas como manager, Brian se alejó de los recitales a causa de sus crisis nerviosas, y entonces se concentró en el hecho creativo, lo que les trajo muy buenos resultados. De eso puede dar fe el disco The Beach Boys Today! (1965): uno de los mejores de su discografía, inspirado en el trabajo compositivo de Phil Spector y en el que Wilson abandonó las temáticas acerca del surf, los autos y el amor adolescente.

El 16 de mayo de 1966 salió su obra maestra: Pet Sounds (el disco número 11 de los 15 que publicaron en los años 60). Wilson lo consideró un material solista y atribuyó su inspiración al consumo de marihuana y a un despertar espiritual basado en el LSD. Un año antes, The Beatles lanzó el disco Rubber Soul, y como respuesta Wilson se propuso hacer, según sus propias palabras, “el mejor álbum de rock jamás creado”. Se trató de una producción conceptual temprana y vanguardista, con orquestaciones fusionadas con pop, jazz y música clásica, una mezcla inédita en el rock. De hecho, superó a la técnica de la pared de sonido de Spector y fue el puntapié del pop barroco, camino que siguieron luego bandas como The Zombies. Al tiempo que el trabajo vocal fue desafiante y complejo.

Muchas de las letras de ese disco (en total son 13) fueron coescritas por el compositor de jingles Tony Asher, incluyendo “God Only Knows” (Charly García y Pedro Aznar la versionaron para el álbum Tango 4). Más tarde, el propio Wilson opinó que Rubber Soul era mejor era Pet Sounds. Aunque después de que The Beatles lo oyeran en una fiesta, volvieron a la casa de John Lennon para ponerse a componer, lo que resultó en el tema “Here, There and Everywhere”. De cierta forma, Pet Sounds fue la piedra fundacional de Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, del cuarteto de Liverpool. Es más: cuando Wilson escuchó “Strawberry Fields Forever”, decidió cancelar la grabación del siguiente disco de The Beach Boys, Smile, convirtiéndose a lo largo de 40 años en el álbum inédito más famoso de la historia.

Smile vio la luz en 2004, luego de que Wilson decidiera terminarlo. Y hasta salió de gira para presentarlo (estuvo cerca de venir a la Argentina en ese tour), lo que significó su resurrección. A mediados de los años 80 comenzó a recuperarse de sus conflictos internos y de su adicción a las drogas (su tratamiento, que duró décadas, inspiró la biopic Love & Mercy). En 1988 sacó su primer disco solista, titulado igual que él. Pero fue en los 2000 cuando finalmente emprendió esa carrera con regularidad. En 2012, grabó un álbum más con The Beach Boys: That's Why God Made the Radio, en tanto que lo último suyo en solitario fue At My Piano, de 2021. Ese mismo año apareció el documental Brian Wilson: Long Promised Road, un hermoso viaje íntimo hacia una vida donde el precio de la genialidad se pagó con locura y dolor.