En su editorial, el periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, habló sobre la profunda crisis social y política que atraviesa la Argentina, evidenciada en la destrucción del sistema científico y tecnológico, el abandono de los jubilados y la precarización de la salud pública, y aseguró que mientras esto tiene lugar el Gobierno de Javier Milei y los poderes y medios concentrados que representa arman un cerco mediático y celebran una nueva ronda de endeudamiento.

El editorial de Víctor Hugo Morales

Ayer, qué tristeza todo, donde pusieras la mirada. Cualquier cosa que se registraba, si mostraban actualidad, era una situación muy lamentable. Los científicos gritaban “nadie se salva solo”, mientras los jubilados preguntaban por qué les pegan otra vez.

Están dinamitando el sistema y nos están dejando sin futuro en el CONICET, mientras les roban el pasado de trabajo a los jubilados. Te sacan el futuro y el pasado estos tipos.

El sistema es terrorismo de Estado: atropella multitudes. Subido al camión, con Milei loco al volante, arrollan a los que encuentran en su camino. Son un atentado a la vida, a la ciencia, a la justicia social.

Han cortado el financiamiento de todos los programas de ciencia y tecnología. Por eso la concentración de ayer de los investigadores fue un verdadero laboratorio de la indignación. La destrucción sobre el sistema científico es total y vuelve a producirse la fuga de cerebros. Es el 2002. Es irse o morir. Quedarse a lavar los platos, como decía Cavallo, o partir una vez más.

Pero Milei apenas es el rostro estúpido del establishment. Por eso, en la tapa de la mafia de Clarín hoy no hay una sola línea sobre el CONICET. Elogian otro mangazo, un bono de mil millones, podridos como están por dentro.

Hablan de los jueces que quiere Kicillof en un trabajo serio con la oposición misma, pero con el descaro de pasar por alto que la jueza del juicio a Diego es una trucha puesta por María Eugenia Vidal.

Si uno dice Garrahan, dice niños. Si van contra el Garrahan, consiguen socavar la atención de los más vulnerables. Nada menos. Pero la tapa mafiosa del sistema, los popes heroicos de Milei, no dicen nada.

La salud pública golpeando en el lugar menos imaginable. Los chicos, los abuelos, los trabajadores: ¿quién se salva del bichaje que invadió nuestra vida?

En la tapa de Página se ven científicos con la máscara eternáutica, devenida en símbolo de la lucha. Un poco de ingenio y humor para paliar el desinterés y la desidia de los capitanes de la industria del despojo, pero nada más que eso.

Ni el Garrahan será atendido en sus justos reclamos, ni habrá presupuesto para la ciencia ni aumento decente para los jubilados. Sienten que están en la parte final de la demolición, y que lo que salga mal se lo van a facturar a Milei.

Los verdaderos capangas simplemente buscarán a otro servil para que continúe la obra de completar el Estado abandónico y terrorífico que apuntalan.