La ciencia abierta es un conjunto de prácticas para que la investigación científica de cualquier campo sea accesible a todo el mundo, transparente y colaborativa, en beneficio de los científicos y de la sociedad en su conjunto. Desde esta perspectiva el trabajo se hace con acceso, equipos y laboratorios abiertos así como también con la participación ciudadana. Sobre este tema trató la Jornada “Desafíos hacia una Ciencia Abierta y Educación Abierta”, la semana pasada en la sede de gobierno de la Universidad Nacional de Rosario organizada por la Red Mercosur Datos Abiertos de Investigación (DAI) y la Unidad de Gestión de Acceso Abierto de Coordinación de Gabinete.

Se trata del tercer encuentro de esta Red que se formó hace dos años por iniciativa de investigadores de la Universidad de la República, Uruguay; la Universidade do Estado de Santa Catarina, Brasil y la Universidad Nacional de Rosario. “En estos tiempos difíciles para la Universidad pública y la ciencia estos espacios son de sostenimiento y lucha”, expresó la Coordinadora de la UNR en la Red DAI, Ana Casali.

Lo cierto es que la comunidad latinoamericana viene trabajando desde hace diez años en recursos educativos abiertos con la idea de almacenarlos adecuadamente para ponerlos a disposición de la sociedad, permitir el uso, el reciclamiento, con metadatos y licencias de uso adecuadas. Luego vieron la necesidad de avanzar en la dirección de datos abiertos de investigación.

Estos se definen como datos de acceso gratuito que pueden ser reutilizados, remezclados y redistribuidos para diferentes usos, donde se destacan la investigación académica y la docencia. “Compartir los datos de manera abierta facilita su examen, supone la base para poder reproducir y verificar una investigación y abre un camino para promover la colaboración”, afirmó la investigadora.

Para que estos datos cumplan ese ciclo virtuoso deben seguir los principios FAIR: deben ser encontrables, accesibles, interoperables y reutilizables. Encontrables significa que deben tener una ID persistente, que no se pierdan, que posean metadatos ricos y de buena calidad para que a otros les sirvan. Accesibles tiene que ver con los protocolos abiertos, gratuitos y estandarizados. Interoperables se refiere al vocabulario reglado para que se puedan encontrar fácilmente. Reutilizables involucra el uso de adecuadas licencias sobre esos datos.

Con el objetivo de conocer la realidad de la gestión de datos abiertos en la comunidad de investigadores en educación y tecnologías en Latinoamérica, en el año 2022 se realizó una encuesta. Los resultados mostraron que la gran mayoría de las investigaciones se realizaba de manera experimental sin la producción o disponibilidad de colecciones de datos de calidad científica que permitan la reproducción, replicación y escalabilidad de la investigación.

Poco más de la mitad alguna vez había accedido a un repositorio de datos pero, de estos, el 90% sólo lo hizo para buscar, no para publicar. A pesar de ello, la mayoría tenía una percepción favorable acerca de la publicación de datos, consideraban que era un aporte a la comunidad científica, que les iba a permitir visibilizar su trabajo y establecer redes de colaboración. Si embargo, veían dificultades como el tiempo y el esfuerzo requeridos para publicar, no tenían claras las cuestiones de privacidad y seguridad de licenciamiento a lo que se sumaba la falta de financiamiento para destinar recursos a esta tarea.

A raíz de este diagnóstico, se gestó la Red DAI, para consolidar un enfoque abierto de la ciencia a través de una iniciativa multimodal que permita el acceso a recursos distribuidos para la gestión de datos de investigaciones científicas, desde la recolección, curaduría, exploración y publicación, teniendo como caso de estudio investigaciones en ciencias educativas digitales.

El objetivo fue construir una comunidad a nivel regional en la temática de ciencia abierta, formar recursos humanos y realizar trabajos de investigación para desarrollar herramientas que ayuden a la comunidad académica a gestionar datos abiertos. En este sentido la docente de la Facultad de Ciencias Exactas nombró los desafíos que enfrentaron: los humanos para pensar en las propias formaciones, los políticos para la implementación, los sociales relacionados a los cambios culturales, los técnicos porque son necesarias herramientas que agilicen, los educativos para la formación y los legales para aprender a usar las licencias.

Abrir el conocimiento

La coordinadora de la Unidad de Gestión de Acceso Abierto de la UNR Paola Bongiovani destacó que los datos son la evidencia generada durante el proceso de investigación que sirve para validar los resultados y fundamenta un nuevo conocimiento.

En la Universidad Nacional de Rosario estas iniciativas de acceso abierto comenzaron en el año 2008 con la inauguración del Repositorio Hipermedial (rephip.unr.edu.ar) que archiva, preserva y distribuye materiales de enseñanza y aprendizaje y producción científica. En 2018 se incorporó el Portal de Revistas UNR (revistas.unr.edu.ar) que reúne y brinda acceso y visibilidad a más de 60 revistas digitales académicas de acceso abierto. Y en 2021 se inició el Primer Repositorio de Datos en Universidades Argentinas, un repositorio institucional para datos de investigación (dataverse.unr.edu.ar).

Cada uno de los sistemas son implementaciones de software libre que están instalados en los servidores de la UNR. La tarea de la Universidad incluye la instalación de estos sistemas, mantenerlos actualizados y seguros, monitorear los posibles inconvenientes, asegurar que sean interoperables con otros, garantizar la sostenibilidad de los datos que se generan y respaldarlos con copias de seguridad.

Por su parte el Rector Franco Bartolacci ratificó el compromiso con esta política que fue pionera en el sistema universitario nacional y reconoció a los equipos de gestión que vienen pujando para que la Universidad pueda contar cosas que en otros lugares no se cuentan, garantizar el acceso al conocimiento y a la educación como un derecho, poder democratizar lo que se produce y dar mayor visibilidad a todo lo que se genera.

Durante toda la jornada se desarrollaron varias exposiciones y debates sobre la temática. “Del acceso abierto a la ciencia abierta en Argentina: avances y desafíos”, estuvo a cargo de Marcela Fushimi (UNLP). “Abrir el conocimiento en la UNR: compromiso en movimiento”, contó con la disertación de Paola Bongiovani, Paulina Freán, Gisela Chiappero, Dolores Quintana, Analía Salazar y Agustín Alfieri (UNR).

Desde la USC, España, Adriana Gewerc se explayó sobre “Desafíos pedagógicos para una Educación Abierta” y Diego Torres de la UNLP sobre “Ideas para pensar una ciencia participativa, situada y comprometida”. En tanto Lautaro Julián Matas y Arturo Garduño Magaña se refirieron a “LA Referencia: Avances y proyectos en curso”.

La charla “Datos Abiertos de Investigación: conocimiento libre en red”, estuvo a cargo de Elaine Oliveira Lucas (UDESC, Brasil) y finalmente hubo una mesa debate sobre “Ciencia Abierta y Educación Abierta: desafíos pendientes”, coordinada por Regina Motz (UdelaR, Uruguay).