En su editorial, el periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, explicó por la 750 qué hay detrás de la presión a la Corte Suprema para que saque cuanto antes la ratificación de la condena contra la exvicepresidenta y aseguró: “Si mañana ponen en prisión a Cristina Kirchner, en este tornado que empuja las velas oscuras hacia un abismo moral y jurídico, tendrá la derecha brutal el corolario de una mentira de años”.

El editorial de Víctor Hugo Morales

Si algo podemos hacer cada mañana es luchar para que no se nos licue la capacidad política de cada uno de nosotros. En la disolución de la idea de que la política es el único vínculo que puede evitarnos vivir sometidos, radica el éxito de los tiranos.

La Boétie, el muerto joven de las letras francesas, habló del sometimiento voluntario como si viviese ahora y no quinientos años atrás.

La vida de siervos voluntarios que, en el decir de Frédéric Lordon —otro francés, en este caso de Le Monde Diplomatique—, llega a separar la tristeza de la vida servil… de la propia condición.

Vos ves y padecés las ofensas del sistema, pero uno no se ve a sí mismo como un ser sometido. Se advierten todas las consecuencias de la comodidad del sometimiento, en este lunes de vigilia esperando la cárcel destinada a una persona inocente del delito por el cual la acusan los tiranos.

Grabois no quiere ser uno más de los que agachan el lomo. Aquellos que, mientras caminan de rodillas, no tienen espejos a mano para verse como esclavos. Por eso fue a defender a los trabajadores y la historia del Instituto Perón.

Cuando me acordé de La Boétie, primer faro de la tardía adolescencia, pensé en su condición de defensor de la desobediencia civil no violenta. La que se arraiga en la voluntad de no pertenecerle al tirano… ¡al tirano!, como deberíamos llamar al propio sistema que encarcela a Cristina Kirchner.

Vivimos la vida que impone el absolutismo, la apreciamos en múltiples detalles, pero la separamos de los autores. Y lo paga la política, porque es a la que quieren condenar. Fulminada la política, no hay democracia. Solo servidumbre.

Si mañana ponen en prisión a Cristina Kirchner, en este tornado que empuja las velas oscuras hacia un abismo moral y jurídico, tendrá la derecha brutal el corolario de una mentira de años.

Magnetto, a nombre del poder real, justificará Seychelles, Panamá, Las Vegas, la excavación patagónica, la morsa, Nisman y cada una de las falacias que socavaron la democracia hasta dejarnos en manos de personajes que, con un revólver en la mano o un fallo cortesano, hacen realidad el "muerta o presa" de la bala que no salió y el fallo que sí saldrá, al parecer, mañana.