A horas de la reunión de la Corte Suprema para decidir sobre la Causa Vialidad, Gregorio Dalbon, abogado de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, se presentó ante la sede de la Corte Penal Internacional en La Haya para denunciar la "persecución política, judicial, mediática e institucional" que padece la titular del Partido Justicialista (PJ) en la Argentina.
"Estoy en La Haya, en la Corte Penal, por situaciones que tienen que ver con violaciones de los derechos de Cristina Fernández de Kircher, con la violación del debido proceso", explicó el letrado en declaraciones televisivas, donde aclaró que "no está presentando un caso, porque eso se hace de forma posteriori, sino una cuestión preliminar por la persecución política" que sufre la exmandataria.
"Nosotros estamos hoy en La Haya denunciando que esto es una cuestión política más que jurídica", dijo Dalbon en diálogo con C5N. En lo jurídico, siguió el abogado, "lo que puedo decir es que es muy parecido a lo que pasó con Lula (da Silva) en Brasil, donde (Sergio) Moro decía que no tenía pruebas pero no tenía dudas. Aquí en la Argentina, con Cristina, pasa exactamente lo mismo: todo el mundo habla de la condenada pero nadie habla sobre cuál es la prueba de cargo, cuál es la conducta de Cristina para poder ser constituida en el delito".
Y agregó: "Más allá de las defensas que vamos a interponer en todos los organismos de Derechos Humanos para que la cara de (Ricardo) Lorenzetti, de (Horacio) Rosatti y de (Carlos) Rosenkrantz terminen como la cara de Moro, lo que pretendemos es simplemente que estudien la causa, porque lo que se está diciendo es que van a hacer un artículo 280", cuando se supone que ese artículo se utiliza "para garantizar que la Suprema Corte pueda firmar entre 15.000 y 20.000 expediente por año", no para causas de este tipo.
La Corte Penal Internacional, indicó el letrado, podría hacer una recomendación de revisión. "Lo que estamos tratando nosotros es de interpretar al derecho internacional en base de que carecemos de justicia en la Argentina para Cristina Fernández de Kirchner".
Actualmente, sostuvo Dalbon, no hay justicia para la expresidenta, y "esto es algo que hemos comprobado con Cristina víctima, cuando se pierde el celular del hombre que la quiso matar" y también cuando es imputada: "Parece que la justicia aplica el reglamento de que cada momento crucial del juicio tenga que ser un punto electoral: es decir, vamos a llamarla a indagatoria para las elecciones de medio término, vamos a sentarla en el juicio para las elecciones presidenciales, vamos a tratar de seguir con la causa en la medida que ella se mueva políticamente", analizó el letrado, quien consideró que "tienen miedo a que Cristina se presente como candidata".
Según Dalbon, lo que "debería hacer" la Corte Suprema en vez de resolver directamente con el artículo 280 es pedir la causa Vialidad. "Si no piden la causa y lo único que hacen en la acordada es poner una fecha, directamente ya tienen resuelto el tema" y lo están dilatando para que no parezca que están "cumpliendo las órdenes de Viale", observó.
Para el letrado, es evidente que "la situación que estamos viviendo hoy es política", ya que apunta a la proscripción de una líder política. "Puede gustarte o no (CFK), puede enamorar o llamar al odio a las personas que no la quieran, pero lo que no podemos dar por tierra ni podemos olvidarnos es que estamos frente a una democracia muy débil, sostenida con la represión. (...) Lo único que faltaba es que se ponga también en vilo la base del derecho de defensa en juicio y debido proceso", protestó.
Por eso, insistió Dalbon, en este contexto "lo mínimo que pueden hacer los jueces es estudiar la causa previo a tomar una resolución, que puede ser favorable o desfavorable para Cristina".
"Lo único que estoy diciendo a los jueces es que estudien la causa, que miren las irregularidades, la falta de juez natural, el hecho de la humillación que sufrió Cristina cuando sacaron el mate en el juicio oral y mostraron cómo jugaba al fútbol el juez (Rodrigo) Giménez Uriburu con Mauricio Macri", reiteró el letrado. "Muestro los videos del mate aquí en La Haya y no lo pueden creer", reveló en ese sentido.
La actuación de la justicia argentina, sostuvo el abogado, "carece de sentido jurídico y moral, porque realmente no proscriben (solo) a Cristina, proscriben al peronismo, a una idea, a la gente que quiere votar a la persona que realmente eligió".
"Acá lo importante es lo que está ocurriendo a nivel republicano, a nivel de Gobierno. ¿Estamos en una democracia o estamos en un autoritarismo que cuando se le canta a alguien te puede sacar una sentencia? Esto de que (Héctor) Magneto (intervenga en el devenir de la causa), o quien fuere, porque desconozco quién le dice a los periodistas que la sentencia ya está firmada, no puede existir en una democracia", concluyó.
"Donde no hay justicia, habrá lucha"
Esta mañana, Dalbon realizó una publicación en sus redes sociales detallando las irregularidades que sufrió Cristina Fernández de Kirchner en el juicio Vialidad y los motivos que lo llevaron a presentarse ante La Haya.
En la publicación, el letrado compartió una foto suya en la puerta de las oficinas de la Corte Penal Internacional junto a un extenso texto:
"La Haya – Corte Penal Internacional.
Cuando la justicia es secuestrada, la denuncia se convierte en un acto de resistencia democrática.
Durante los días de ayer y hoy, en la sede de la Corte Penal Internacional, llevamos la voz de millones que ya no encuentran justicia en su propio país. Denunciamos la persecución sistemática —política, judicial, mediática e institucional— contra Cristina Fernández de Kirchner, dos veces presidenta y actual líder política de la Argentina.
No se trata de un expediente más. No se trata de un juicio más. Se trata de una operación de proscripción, cuidadosamente diseñada, ejecutada desde los sótanos del poder real: un entramado que articula sectores del Poder Judicial, medios de comunicación concentrados, inteligencia paraestatal y grupos económicos que no toleran el liderazgo de una mujer que cambió las reglas del juego y desafió sus privilegios.
Cristina Fernández de Kirchner enfrenta un proceso judicial plagado de irregularidades graves, documentadas y sostenidas en el tiempo. Hemos presentado ante el tribunal internacional pruebas concretas e irrefutables de:
•Violaciones sistemáticas al derecho a un juicio justo, tal como establece el artículo 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
•Magistrados sin independencia ni imparcialidad, designados y operativizados por los intereses de las corporaciones políticas y económicas.
•Detenciones arbitrarias y procesos penales selectivos, que constituyen patrones de persecución contra opositores políticos.
•Uso sistemático de la represión policial y judicial, orientada al disciplinamiento social y a la criminalización de la protesta.
La situación institucional de Argentina ha cruzado un umbral alarmante. El Estado ya no garantiza el pleno funcionamiento de las garantías constitucionales. El Poder Judicial ha sido cooptado. Las fuerzas de seguridad actúan como brazo armado de un modelo autoritario. Y la prensa dominante construye un sentido común donde se naturaliza el odio, se falsea la realidad y se demoniza al adversario político.
Cristina está siendo juzgada por un sistema que ya la condenó sin pruebas, sin juicio y sin justicia. Lo que está en juego no es solo su libertad, sino el pacto democrático que construimos desde 1983.
Esta es solo la primera de muchas acciones. Vamos a llevar este caso ante todos los organismos internacionales de derechos humanos: la Comisión y la Corte Interamericana, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y todos los foros multilaterales donde se defienda el Estado de Derecho. Porque hoy en Argentina está en curso un proceso de regresión autoritaria que pone en riesgo la democracia misma.
Denunciar esta persecución no es un acto partidario. Es un imperativo jurídico, político y moral.
Porque donde se persigue a una, se amenaza a todos.
Porque donde no hay justicia, habrá lucha.
Porque si hoy callamos, mañana ya no habrá nadie a quien defender".